miércoles, 2 de julio de 2014

Séptima Entrega: Roll-on

Martes 18hs llamada entrante de Maru:

- Hola hermanis ¿tenés ganas de ir a comer Sushi mañana?
-Mmm no sé, muy fin de mes para mis finanzas
-Tengo 30% de descuento con la tarjeta
-Listooooooooooo.  Llamo ya para reservar. Mañana a las 21 te espero. (Las palabras: Oferta, rebaja, sale, descuento y todo lo que se les parezca, ejercen un poder sobre natural en mi tan difícil de explicar como el efecto que logra el aire cuando se baten claras a nieve y aparece el merengue)

Así que llamé y reservé mesa para dos con probabilidad de que fuésemos tres.  No te preguntan hora estimativa de llegada, la regla es siempre la misma: la reserva se mantiene hasta las 21:45. Regla extraña si las hay.  Es decir, no puedo reservar para las 22, ni para las 23, si a las 21:45 no llego pierdo mi lugar.  Sos exigente veo… ok, no hay drama, exigime tranquilo, ya vamos a ver quién exige más.

-Hola buenas noches
-Tenemos una reserva
-(Pregunta a nombre de quién, se fija en la hoja, nos mira) Ah sí, pero es para dos tu reserva
-Sí, y le dije que podíamos ser tres (Sole se anotó  a último momento y no me pareció necesario volver a llamar)
-(Con cara de de duda y de pocos amigos)  Mmm, bueno, está hecha para dos pero no habría problema.

¿No habría problema? ¿A vos te parece que no habría problema? Desde luego que no.  Es raro.  Hay lugares en donde te hacen sentir que te están haciendo un favor.  Un favor para venderte, un favor para atenderte… ¿Sería algo así como el mundo del revés?  La lógica dice que para vos, tres debería ser mejor que dos, y además, como digo, te avisé.
Nos trae la carta y elegimos.  (Previa prendida del teléfono para alumbrar porque literalmente no veo nada.) Pedimos una entrada para compartir y un combo de 45 piezas.  Si nos quedamos cortas, después pedimos más. Agua con gas, sin gas y un vino medio pelo porque por más descuento que haya no nos olvidamos de nuestra situación de fin de mes.
Trae la bebida, nos sirve y la deja en la mesa de apoyo. Pido entrada porque no quiero impacientarme mientras llega el principal  y de paso no tomarme todo en la espera pero el reloj empieza a correr, y a correr y a correr… ni miras de la entrada.  Las copas vacías. Y los mozos charlan.  Se los ve muy entretenidos así que para que los voy a molestar, me sirvo yo, sólo que hubieses dejado las botellas en la mesa y me era más cómodo, no hay drama, no te voy a interrumpir, faltaba más. 
Trae la entrada, pero el reloj no se detiene (es para entretenernos mientras esperamos los dichosos rolls, acordate)  Yo te dije que te iba exigir (hacete cargo, vos empezaste).  Voy al toilette y se cae de la mugre.  No está a la altura de tus exigencias, mucho menos de las mías.  Y sigo esperando.

Tic. Tac. Tic. Tac.  Mis tics no se detienen.

Cuando por fin llega el sushi (desde que pusimos un pie adentro hasta este momento, sin exagerar, pasó una hora cuarenta.)  Solito el mozo nos dice que habían ido hasta Japón a buscarlo, claro le digo, primero se fueron a Chile a pescar el salmón en una balsa y después nadando hasta Japón para hacer el arroz y a la vuelta los agarró un piquete. Jajaja, qué graciosa, uy sí, no sabés cómo me estoy riendo. 

Se ve que no le hizo gracia mi chiste porque no apareció más.  Terminamos de comer y no volvía, las copas siempre vacías (ah, cierto que me tenía que servir yo).  Pasó otra moza cerca y le preguntamos si podía retirar los platos y de paso traer la carta de postres.  La cara que puso me hizo acordar a la cara que pongo yo cuando estoy llegando con los minutos contados al centro y escucho en la radio “corte en Puente Centenario por reclamos  de Pepito, Cólon y General Paz cortado por reclamos de Menganito y corte de media calzada en Alvear entre Humberto 1 y Rioja por arreglos.”  En fin, total que se fue sin contestar.
El tipo como si nada: ¿y chicas? ¿Todo bien? Si divino!!!  Mejor imposible!!! ¿Quieren ver la carta de postres? Ay dale!! Sería genial!! Me pongo irónica porque la segunda alternativa es matarlo, y seré grande para muchas cosas, pero para ir a la cárcel, soy demasiado joven, y pasarme la noche en la comisaría dando explicaciones que probablemente el señor policía no comprenda, no sé si es una buena opción.  Así que sonrisa Colgate, mientras pasa otra media hora y llega el postre. Sin entrar en detalles se repite el jueguito de las mentiras, ese juego en el que no coincide lo que escriben en la carta con lo que cocinan. Le pedimos la cuenta.  Para eso sí son rápidos, la cajera tiene más ganas de irse a dormir que nosotras. Ya no queda nada para tomar, no tengo cómo bajar el postre, pero estuve toda la noche levantando la mano para hacerte seña,  ya no tengo más ganas, estoy acalambrada, además, capaz que te pido el agua y te vas a juntar una botellita al Aconcagua para que esté fresquita y la verdad es que el sodero pasó por casa esta mañana y tengo los seis sifones llenos.
Con la cuenta nos trae la fichita para dejar nuestra opinión.  ¡Ahora sí que se puso divertido!

                                                              Cerro de las Rosas.  Córdoba.  25 de junio de 2014


7 comentarios:

  1. jajaajaja buenismooooooo! !! y si...! cada vez que voy a ese lugar me pasa lo mismo; horas en traer la comida, ni se te ocurra pedir poco pensando que si me quedo con hambre después pido más por que la segunda vuelta seguro te lleva una hora más -mínimo- de espera.. eso si: muy Rico sushi (única razón para pensar en volver a ir) y los postres bue... Más vale comprarse un chocolate en el kiosko de la esquina. !!

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    1. Gracias Sofi!!! Yo no me acordaba bien y me parecía que siempre decías que los postres de ahí eran ricasos!!

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  2. Lu! Me quedé con ganas de leer lo que pusiste en la fichita de opiniones!!! Jajajajajja.
    Buenísimo post (as usual ;)

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  3. Jajajajajja... y tan finoli que pasa eve Sushi Club! Reslmenteo se salvaron de que las muerda un perro rabioso que siempre anda en la puerta de Sushi Club...y q mordió ek otro día a M iss Sole!!!! Jaaaa . No esta pa recomendar el rrestotan no? Buenisimo, LEER TU BLOG ME ALEGRO LA MANANA E LO Q ME REI!!! Maru Hernandez.

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  4. Hola !!
    Me encantó la crítica educada e irónica del lugar, sin necesidad de nombrarlo (aunque para los que somos gastronómicos no hace falta !!)
    No conocía tu blog, y me ha gustado !! Te he agregado en los blogs que sigo...
    Además, me encanta el nombre, pues tiene un giño a Sui Generis que es uno de mis grupos dilectos...
    Saludos. Roberto Colmenarejo

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